Al principio lo que le daba sentido a la vida de Henry era el dinero, la popularidad (la apariencia), el dinero, derrochar el dinero en cosas innecesarias, destacar en todo. Al ser abogado no le importaba mentir o falsificar pruebas para ganar el caso, aplastando al adversario injustamente. Su mujer y su hija siempre estaban en un segundo plano de su vida, por no decir que no le importaban.
Al tener el accidente y perder la memoria, se dio cuenta de lo que realmente le hacía feliz y le daba sentido a su vida era su familia. Al enterarse que tenía una familia se percató de que ellas lo único que querían era formar parte de su vida. Se convirtió en una persona atenta, educada, respetuosa, cariñosa, servicial y en un buen padre de familia. Un buen ejemplo a seguir.
Personalmente me gusta más el segundo Henry que para mí es el más real y humano. Esta película quiere que nos demos cuenta que podemos tener mucho dinero, fama y amigos por doquier, pero que en realidad, todo eso es falso. Lo importante es valorar y aprovechar lo que tenemos, la familia, y ser felices con lo necesario. Tenemos que querer más a las personas que nos quieren y menos a lo que emocionalmente no nos aporta nada.
María Gaona
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